¿Ciencia y tecnología son diferentes? ¿Qué es la tecnología? ¿Podemos definir y diferenciar etapas en la historia de la humanidad? Etimológicamente, tecnología posee dos raíces griegas, por un lado technè: “misterio del saber y, por otro lado, logos: “conocimientos”, entonces, tecno-logía, etimológicamente significa “conocimientos acerca del misterio del saber hacer”.
El rápido progreso de la ciencia y la tecnología es fascinante y supone un desafío constante para nuestra imaginación y nuestras expectativas, pero exige al mismo tiempo que ahondemos nuestra comprensión de sus repercusiones éticas ya que en España la drástica reducción gubernamental presupuestaria carece de sentido científico y de progreso.
Según Averbuj “La tecnología es patrimonio sólo de los seres humanos; la ciencia, en cambio, descubre lo que preexiste. Por un lado, la tecnología se ocupa de las cosas que no existían y ahora existen, son nuevas y, fundamentalmente, son creaciones humanas que hacen al hombre cada vez más hombre. Por otro lado, la ciencia, se dedica a indagar, observar, inferir, anticipar, reflexionar acerca de fenómenos que ya ocurren en la realidad y busca dar cuenta de ellos a través de diferentes procedimientos. En este sentido, la ciencia no sería una característica esencial de nuestra especie, en términos de Tomás Buch como sí lo es la tecnología.
De aquí la primera, primordial y primogénita diferencia sustancial, los campos de acción y reflexión son diametralmente diferentes, y, en muchos casos, muchos que se dicen científicos, son en realidad tecnólogos. La tecnología como actividad humana, históricamente, posee diferentes etapas. Es decir, que comienza cuando el hombre tiene la capacidad de, racionalmente, identificar sus necesidades y vincularlas con una solución mediada por un instrumento que proviene de la transformación de un objeto natural en una herramienta.
Aquiles Gay, en “La Ciencia y la Tecnología en la Vida Cotidiana”, afirma que el desarrollo tecnológico puede dividirse en dos etapas fundamentales, una técnica (previa a la revolución industrial, donde los procedimientos eran instintivos, sin implicación de la ciencia y los conocimientos acabados) y otra etapa tecnológica (en la que todo se basa en los descubrimientos científicos y es post revolución industrial).
Toda esta ética de la ciencia y la tecnología constituye una de las prioridades más importantes de las ciencias sociales y humanas. Sin embargo, en España la I+D se ha llevado una de las peores partes en el reparto de los recortes presupuestarios. Así este año 2012, la aportación económica no llegará a los 6.400 millones, un 25,5% menos que en 2011. El recorte total, sumando los programas de investigación civiles y militares, es de casi 2.200 millones de euros.
¿Ética política? O ¿ciencia tecnológica? Ni siquiera la elaboración de una Carta Abierta por la Ciencia de los colectivos científicos ha logrado no romper el Pacto de Estado por la Ciencia que la ética política había comprometido con la Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación aprobada en mayo de 2011 por el 99% del Congreso de los Diputados y del Senado. Lástima señorías, sigan con sus recortes pero no se olviden nunca de la ciencia si desean salvaguardar el futuro de una sociedad española interconectada tecnológicamente. :)!
Enlace: Carta Abierta por la Ciencia.
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/03/27/ciencia/1332854370.html