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Archivar para el mes “enero, 2013”

El Poder de la Palabra

 

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» Al inicio de su historia, el saber absoluto debe ser otro que al final. Ciertamente, pero esa alteridad no quiere decir que en el inicio el saber en modo alguno todavía no fuese saber absoluto. Bien al contrario, justamente en el inicio ya es saber absoluto, pero saber absoluto que todavía no ha llegado a sí mismo, que todavía no ha devenido otro, sino que sólo es lo otro. Lo otro: él, el absoluto, es otro, es decir, es no absoluto, es relativo. La no-absoluto no es todavía absoluto. Pero este todavía-no es el todavía-no del absoluto, es decir, lo no-absoluto no es de alguna manera y a pesar de ello sino precisamente porque es absoluto, porque es no-absoluto: este no, en razón del cual lo absoluto puede ser relativo, pertenece al absoluto mismo, no es diferente de él, es decir, no yace a su lado, extinto y muerto. La palabra «no» en «no-absoluto» en modo alguno expresa algo que siendo presente para sí yaciese al lado del absoluto, sino que el no alude a un modo del absoluto. Así pues, si en su fenomenología el saber debe hacer consigo la experiencia en la que experimenta lo que no es y lo que justamente en ello es con él, entonces ello sólo puede ser así si el saber mismo que hace (cumple) la experiencia, de alguna manera ya es saber absoluto. »

Martin Heidegger

Fenomenología del espíritu de Hegel (fragmento) @elsociologo

«Pobreza europea; realidad española»

pobreza

La pobreza y la exclusión social son realidades que siguen pendientes de un análisis y atención prioritaria por parte de la sociedad, en general,y de las políticas sociales en particular. La mayoría de Gobiernos no han sido capaces de afrontar con éxito los problemas estructurales y los diferentes contextos que provocan las desigualdades sociales. Y es que el fenómeno de la pobreza, su comprensión y explicación, parten de una cuestión clave: la desigual distribución de la riqueza y de la renta ya que en un contexto de empobrecimiento creciente, tener empleo ya no es una salvaguarda ante las situaciones de pobreza.

 El fenómeno de los trabajadores pobres es estructural únicamente en determinadas sociedades, donde a las precarias condiciones de empleo se une la escasez de recursos sociales. Sin embargo, en los estados sociales europeos, el volumen de población en riesgo de pobreza venía siendo atemperado por las políticas públicas de carácter social,  bien por la vía de la transferencia de rentas (pensiones, prestación por desempleo, rentas básicas), bien por la amplitud y densidad de los servicios públicos, especialmente en lo que se refiere a la provisión gratuita en el momento de su uso de bienes esenciales como la educación o la sanidad.

Debido a las diferencias entre los países de la región, el objetivo de disminuir la pobreza no representa el mismo reto para unos países que para otros, así como al interior de los países la población en situación o riesgo de pobreza y exclusión no se distribuye de manera uniforme entre diferentes territorios aunque exista un item actual en común: empleos marcados por la precariedad – bajos salarios- y creciente desprotección social, explican la mayor incidencia de los impactos de la crisis sobre los grupos vulnerables.

Para la Unión Europea, son pobres las personas que viven en hogares cuyos ingresos seencuentran por debajo del umbral de la pobreza, que se corresponde con el 60% del ingreso anual neto familiar mediano en cada país. En España, la pobreza de los trabajadores está muy extendida y es que el empobrecimiento de los trabajadores no es homogéneo. La media española se sitúa con un 23,4% de la población en situación o riesgo de pobreza y exclusión, aunque las diferencias entre comunidades varían en más de 30 puntos porcentuales entre el valor mínimo y el máximo. Hay que señalar que en la actualidad se contabilizan en España 476.000 familias con todos sus miembros en situación de desempleo. Según el INE, el 21,1% de la población residente en España está por debajo del umbral de riesgo de pobreza en 2012. Y esto es así debido en gran parte a que los bajos salarios son una de las principales causas de la existencia de más trabajadores pobres en España. Apuntar que el paro juvenil entre los 16 y los 24 se ha disparado en los últimos años (56%), más de la mitad de los jóvenes que quieren trabajar no pueden acceder a un Empleo.

Existe el riesgo que en un contexto de crisis económica como el actual, el cumplimiento de los objetivos de reducción de la pobreza de la Estrategia 2020 queden supeditados al logro de la estabilización económica. La inclusión social no está, por tanto, en el centro de la agenda de nuestro país y el resto de los que conforman la UE. Quedan tantos parámetros por determinar en el tintero, que la pluma se olvida de muchos factores corrosivos en esta triste realidad y definición societaria; pobreza. Y es que los «Tronos de Oro» continuan reinando en el Caos de la corrupción y la opulencia…  

Larga vida al Rey @elsociologo

«Caos»

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Definir el concepto de desorden  mundial no es una tarea fácil ya que cada quien tiene una idea propia de él. Una sociedad que sólo piensa en el presente, sin preocuparse por el futuro, pierde la ambición, la ilusión por mejorar y por prosperar. La Teoría del Caos es un elemento de manejo referencial cultural amplio. Para Demastes, la teoría del caos argumenta que » la naturaleza no es ni un absurdo o grotesco autómata que debe ser ignorado, ni tampoco una entidad racional y ordenada vulnerable a las capacidades humanas».

 La Teoría del Caos es la denominación popular de la rama de las matemáticas, la física y otras ciencias que trata ciertos tipos de sistemas dinámicos muy sensibles a las variaciones en las condiciones iniciales.Y es que las incidencias epistemológicas del Caos constituyen, desde su aparición y conformación conceptual, ricos modelos de interpretación de la realidad e instrumentos de solución que se levantan como recursos epistémicos ante la problematización metodológica de sus manifestaciones.

Podemos, por tanto, afirmar que la ciencia ha estado influida durante muchos siglos por los conceptos de Platón, quien delinea tres niveles principales de jerarquización. En el nivel superior se encuentran las ideas y formas matemáticas que constituyen los modelos ideales de todas las cosas. Es el dominio del ORDEN. Al otro extremo se encuentra el CAOS, estado primordial carente de orden y desorden, que escapa a toda descripción.

En la visión contemporánea de Caos como espacio de ausencia de el orden, de vida y sentido, se pasó a Caos como espacio en el que se genera la vida, la estructura, el logos y el sentido de un otro orden. Pero un sistema caótico es un sistema sin leyes; ni siquiera la ley de que no hay leyes. En el aspecto epistemológico se ha tendido a asociar al caos con la incapacidad del hombre de atender a todos los eventos de un espacio concreto y en un instante determinado, teniendo que asumir los conceptos de azar, indeterminado, aleatorio, incertidumbre… en oposición al orden o a una posible ratio o logos.

La «crisis económica mundial» ha llenado los medios de comunicación de titulares sombríos y amenazadores sobre la crisis financiera que se extiende por Occidente y el resto del Planeta incluidos los BRICS. “Crash”, “Crisis”, “Pánico”, “fin de una era”. El panorama mundial a comienzos del siglo XXI muestra todos los síntomas de un crash civilizacional: Una crisis que afecta no a la economía o a las instituciones internacionales, sino a la cultura mundial en todas sus manifestaciones; «creciente marginalidad, mercados compulsivos, agotamiento económico, pérdida valores sociales, ínfimos índices de productividad, instituciones poco creíbles, desesperanza y pérdida de confianza ciudadana, proteccionismo estatal, presión fiscal agobiante, incumplimientos medio-ambientales (dependencia energética casi exclusiva del petróleo), estado bienestar devaluado, educación secundaria y universitaria estancadas en la mediocridad, sanidad privatizada, investigación y ciencia paralizadas, corrupción política a gran escala, diplomacia mundial sin credibilidad,  ausencia de políticas públicas crecimiento y colapso total instaurado en el «Caos Mundial» con un largo etcétera de items olvidados.

Reflexión-Reflexibidad-Riesgo apreciado Beck. Simplemente ”CAOS” ésta vez, sin ninguna «Teoría definitiva» que lo acompañe en su trayecto. @elsociologo

«Cualitativo-Cuantitativo-Mixto»

 

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El hecho de que las investigaciones sean consideradas cuantitativas o cualitativas hace referencia comúnmente, al tipo de datos que se recogen, a las herramientas utilizadas en el proceso de recolección de datos, a la forma de organizar los datos y al tipo de análisis que se realiza.

Cualquier «Investigación» en el campo social, suele estar permeada de buenas intenciones y del deseo de los investigadores de brindar un aporte a dicho campo, ya sea para conocer un fenómeno, para profundizar en temáticas anteriormente descritas y abordadas, o también, para buscar cambios y transformaciones específicas o sociales, a partir de los conocimientos que estudios previos hayan aportado. Independientemente del objetivo de éstas, toda investigación social busca la comprensión, profundización o transformación de aspectos en el campo investigado. En esa perspectiva de búsqueda, los diseños mixtos pueden constituirse en un aporte para dicho objetivo.

 Los diseños mixtos han ido cobrando fuerza, día a día, y cada vez son más aplicados en investigaciones en diversos campos, en especial, dentro de las Ciencias Sociales. Para Cameron (2009), la investigación social con métodos mixtos, ha ido generando cambios metodológicos entre los investigadores y académicos en una variedad de áreas disciplinarias. Las investigaciones con complementación metodológica de enfoques cualitativos y cuantitativos fueron evolucionando hasta llegar a conceptualizarlas en función de diseños denominados como de modelo y método mixto. Señala Cameron que las investigaciones con diseños mixtos han cobrado fuerza en áreas tan diversas como: educación, ciencias sociales y humanas, negocios, medicina familiar, etc.. lo cual provee evidencia empírica, de la extensión y utilización de los métodos mixtos en la investigación contemporánea”.

 Por otra parte, Johnson y Onwuegbuzie (2004) definieron los diseños mixtos como “(…) el tipo de estudio donde el investigador mezcla o combina técnicas de investigación, métodos, enfoques, conceptos o lenguaje cuantitativo o cualitativo en un solo estudio”. Los diferentes autores en mención señalan que los diseños mixtos permiten, a los investigadores sociales, combinar paradigmas, para optar por mejores oportunidades de acercarse a importantes problemáticas de investigación. En ese sentido, señalan que la investigación mixta se fortaleció, al poder incorporar datos como imágenes, narraciones o verbalizaciones de los actores, que de una u otra manera, ofrecían mayor sentido a los datos numéricos. Igualmente afirman que los diseños mixtos permiten la obtención de una mejor evidencia y comprensión de los fenómenos y, por ello, facilitan el fortalecimiento de los conocimientos teóricos y prácticos. Destacan, también, que los investigadores han de contar con conocimientos apropiados acerca de los paradigmas que van a integrar mediante los diseños mixtos, de modo que se garantice dicha estrategia.

 Cualitativo-Cuantitativo-Mixto. Lo verdaderamente importante es que se produzca investigación científica y social, cuestión cada vez más apartada en unos sistemas democráticos dependientes de las decisiones de devoradores mercados que cualifican y cuantifican sus ansias de devorar  una sola cosa mistificada: “el papel-moneda”.

¿Democracia o Plutocracia? Simplemente fuentes de riqueza vinculantes. El secuestro de la «Ciencia» paralizando su propia investigación y creación científico-social. Paradójico «paradigma» de rabiosa actualidad. @elsociologo

«El gran Foucault»

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(…) Hablar de «ciencias del hombre» en cualquier otro caso es un puro y simple abuso de lenguaje. Se mide por ello cuán vanas y ociosas son todas las molestas discusiones para saber si tales conocimientos pueden ser llamados científicos en realidad y a qué condiciones deberán sujetarse para convertirse en tales. Las «ciencias del hombre» forman parte de la episteme moderna como la química, la medicina o cualquier otra ciencia; o también como la gramática y la historia natural formaban parte de la episteme clásica. Pero decir que forman parte del campo epistemológico significa tan sólo que su positividad está enraizada en él, que allí encuentran su condición de existencia, que, por tanto, no son únicamente ilusiones, quimeras seudocientíficas, motivadas en el nivel de las opiniones, de los intereses, de las creencias, que no son lo que otros llaman, usando un nombre caprichoso, «ideología». Pero, a pesar de todo, esto no quiere decir que sean ciencias.

Desgraciadamente, la ideología sigue devorando la/s ciencia/s. @elsociologo

«Competitividad»

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En sociología, el paradigma de la competitividad se asocia a dos principios claves, la libertad individual y la racionalidad del actor. La sociedad no es algo que esté afuera de los individuos en forma de estructuras, de normas y de valores a integrar. Si bien la reflexión social basada en el paradigma de la competencia no niega la existencia de las estructuras supra individuales, rechaza la idea de que estas sean determinantes de la acción y la subjetividad de los individuos. Más aún, el objeto de estudio más relevante para la sociología no sería tanto el sistema, establecido en gran parte por las estructuras, sino las estrategias del individuo para reaccionar, aprovechar, soportar y/o modificar las influencias del medio hostil.

En el campo de la intervención social los principios sociales y económicos de la política y el trabajo social se ven fuertemente cuestionados por el paradigma de la  competitividad. En efecto, si se analizan los fundamentos de este paradigma se concluye que ellos desconfían de la existencia misma de la intervención en la sociedad. La intervención social basada en el paradigma de la competencia presupondrá entonces la necesidad de potenciar la acción racional y el uso de la libertad en el individuo.

 Surge, entonces, el concepto de empresa. La empresa, como institución social modelo del paradigma de la competitividad representa otros elementos de la modernidad como son, por un lado, la producción en masa y la estandarización del consumo, y por otro, la organización racional de los recursos y la explicitación absoluta de fines: la empresa tiene como objetivo rentabilizar el capital y quienes trabajan en ella lo hacen para que la empresa llegue a ser más productiva. Tal como lo expresa Touraine, «la empresa no será más considerada como la expresión concreta del capitalismo; al contrario, aparece cada vez más como una unidad estratégica sobre un mercado competitivo y como un agente de utilización de nuevas tecnologías (…)

 En la actual coyuntura mundial, y en la mayor parte de las propuestas de desarrollo y de políticas sociales, la empresa privada se legitima frente a la sociedad como institución fundante, en tanto aporta valores considerados esenciales y los exporta al resto de la sociedad. Rozando los 6 millones de parados; ¿Alcanzaremos en España ese grado de competitividad social y empresarial o seguiremos sumergidos en los paradigmas de la alineación y el conflicto político permanente? Le cedo su turno de palabra, Sr. Brey. Dispone de 3 años para ejercerlo y hacer de esta sociedad un ejemplo de paradigma de la competitividad y del reencuentro con nuestro anhelado “Estado del Bienestar”. Cronómetro en marcha… @elsociólogo

 

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